La durmiente Karakura

Desde Hueco mundo, Las Noches, Abro Garganta, con una tropa de treinta y cinco gillians, y solo quince gillians de tamaño que superaban notablemente, casi al doble de los demases en tamaño.

Camino hacia afuera de la garganta,llegando asi a la cuidad, mirando el lugar serian mas de las 3 de la mañana, osea que estaria de noche, miro la cuidad la cual estaria calmada, suspirando, caminando en el aire, como seria tipico de una alma, dejando salir a los gillians.

Los gillians empesarian a tirar ceros de sus bocas, miro el cielo, para posar mi mano derecha suave y delicadamente ensima de mis cabellos
Miro la luna, estaria completamente llena lo que haria que la piel morena de mi abdomen tomara otro tono, mas brillante que el tipico canela de color de mi piel.

Aburrida de mirar al cielo, llevo mi mano derecha lentamente al cinto que sujetaria mi hakama, posandola alli levemente, extendiendo mis dedos lentamente por el cinto negro, esperando en el lugar a que los Gillians destrulleran mas y mas la calmada y pasiva, pero a la vez rara Karakura Humana.

Mi otra mano la dejaria en mi piel, a la altura de mi cintura, tomandola con suavidad, pasando mi pulgar por mi piel, del ocio y el aburrimiento que tendria, callada porsupuesto en todos esos momentos, disfruntando el sonido, que yo lo consideraba como una obra de arte destructiva, el de los ceros, impactando cada uno de los edificios

Un sonido de alarma que advertía a la sociedad de almas que debía prepararse para la batalla, resonaba por cada callejón de aquella ciudadela, y las calles se avivaron como pocas veces se ha visto, cuando menos durante aquellas horas de la madrugada.

La amenaza era clara y se reportaba por los parlantes que adornaban las calles de una forma imperceptible para el acostumbrado a vivir ahí. Karakura estaba bajo asedio por una horda de Menos Grande, y aunque la información no era precisa, se estiman alrededor de 30 Gillians, por lo que el cuerpo de control de la sala 46, no tardó mucho en dar la orden para responder al ataque con una fuerza igual de grande.

El primero en responder, fue el capitán de la octava división. No por ser muy diligente, pero como el perfecto bohemio que es, no había logrado dormir ante una noche que prometía ser radiante en el cielo y tranquila en sus apocentos.

"Ahm... Y tan relajado que estaba"

Pensaba en voz alta, a medida que con rapidez se dirigía a las puertas que conducen al mundo humano.

Llega a su destino en breves momentos, le avisan que por lo repentino de la orden, no han podido preparar la vía para que alguien con el poder de un capitán pasara, por lo que tuvieron que reducir su poder a un tercio de su capacidad, con la promesa que mientras más tiempo dure allá, el sello que le previene de usar todas sus capacidades, gradualmente se deteriorará.

"Qué mal... Supongo que no podré acabar con esto rápido."

Y así, Shunsui viaja atrávez del portál hasta Karakura, apareciendo sobre un edificio donde se puede divisar todo el pueblo, y la vista al llegar le sorprendió. Del cielo parecía que llovieran escombros, y eso no parecía molestarle. La cantidad de Gillians era abrumadora, pero eso tampoco parecía asustarle. Su asombro se debía a una silueta, esbelta como solo puede ser la de una mujer, flotando en medio de aquellas monstruosidades enmascaradas y mirando con gusto al caos que ahí acontecía.

"Esto no pinta nada bien... Aunque claro, ¿Cuando lo ha hecho una llamada a un capitán?"

Suspiraba con decepción, a medida que cerraba los ojos y se preparaba para el inminente combate.

Mi silencio seguia en pie, era ahogador y algo desagradable para la gente que considera que el silencio no era una teoria de vida, cierro mis dos ojos, tambien unos segundos antes de que llegase el capitan, mi cuerpo, a los minutos que entro el capitan a la area en la que estaria yo empesaria a sentir su reiatsu, por supuesto que usando una tecnica arrancar

Mis ojos se abririan solos, como una reaccion normal a la sensacion de un Reaitsu puro y sano como son las de las almas de los Shinigamis

Mi mirada se va directamente a el, permaneciendo alli por mucho
Frunso un poco el seño cuando vi que cerro sus ojos para dspues de poco quedarme sin ninguna expresion en mi rostro al igual que en mi cuerpo que no demostraba interes alguno en tener una batalla, abriria garganta denuevo, y otra tropa de menos grande se veria, esta solo serian 15

Dejo pasar a los menos grande, paciente como siempre quitando mis dos manos lenta y sutilmente y sin ninguna preocupacion al estar ahora enfrente de el capitan
Mis manos van como siempre, a estar cruzadas a la altura de mis costillas, por debajo de mi busto

Inclino mi cuello hacia adelante levemente haciendo que mis rubios cabellos se fueran hacia adelante porsupuesto
Ahora una sombra cubriria mis ojos, dejando mi rostro completamente cubierto, sin dejar ver nada de nada de mis rasgos femeninos

Algo por dentro me diria que no era la hora y menos el lugar y ni la fecha para mi batalla con un capitan, mi gesto por fuera lo demostraria que entraria a la garganta, lentamente por el camino hacia mi hogar, Hueco mundo
Al dar el paso adentro coloco mi cuello como deveria ser recto y firme, cerrandose despues la gargante despues de unos 10 segundos al entrar yo a mi hogar, diciendo por dentro mision cumplida en mi mente, dando un suspiro de satisfacion al aver cumplido al pie de la letra las ordenes de mi señor
Aizen-Sama

Entre las multiples tareas que realizaba en aquellas horas en las que la mayoria acostumbraba a usar para conciliar el sueño, el capitan no prestaria demasiada importancia al llamado, pero un pensamiento comenzo a dar vueltas sobre su cabeza, aquella idea de encontrar arrancar o espadas para sus estudios le cautivo demasiado, "Nunca e estudiado a un espada con detenimiento" pensando por algunos segundos para dejar sus labores sin titubear, abandonando aquel reciento dejando que la puerta ocultara los multiples experimentos que a realizado en aquella habitacion, caminando de forma tranquila, con aquella sonrisa tetrica que le caracteriza solo moviendo sus delgados y largos dedos con cierta ansiedad, notificando de su salida para ir a aquella ciudad, entrando en aquel portal que seria conectado con la ciudad

Mirando la oscuridad aun en todo su explendor, sintiendo gelidas brisas sobre su rostro, suspirando un poco para admirar como las nubes se distorcionaban debido a las corrientes de aire dandoles varias formas, bajando solo un poco la mirada, notando como un personaje con ropas similares a las suyas ya se encontraba en este lugar, poniendo su pie derecho sobre el techo de uno de los tantos edificios para hacer lo mismo con el otro y asi aquel portal que se encontraba a sus espaldas desapareciera, desviaria nuevamente sus ojos hacia aquellos Gillian, no mostrando impresion alguna, sus gritos le parecerian algo desespeantes para ponerse un tanto disgustado, solo notando como aquella espada comenzaba a ocultarse y perderse en esa garganta

-Trata de no hacerles mucho daño, no son tan interesantes pero pueden servir para algunos experimentos que estoy por realizar-

Hablando en un tono fuerte y autoritario hacia el joven que estaba a unos metros de el, dando a notar asi su presencia para que una de sus manos sujetara el mango de su espada permaneciendo asi por algunos segundos, tomando en cuenta que el tendria las mismas restricciones que el, sonriendo de forma mas amplia para cerrar solo un poco su mirada, encaminandose al lado del otro capitan, divisando ahora en un panorama mas cercano a toda esa cantidad de Hollows para dejar escapar una ligera carcajada bajando su rostro y ocultar ambos ojos entre sus parpados -Bueno, con que no destruyas a uno bastara, no necesito tantos-

En todo momento descanzaba su diestra sobre el mango de su sable derecho, sin abrir sus ojos aún a pesar de la inmensa presencia que aquella espada despedía, pues percibiendo la garganta que ante el se expandía, se aliviaba bastante de no tener que entablar combate alguno.

Inmediatamente tras desaparecer la Espada, abro los ojos para contemplar una vez más el panorama, el cual había cambiado drásticamente con la presencia de aquellos nuevos Gillians, y su expresión se tornaba entonces, un poco más seria.

"Realmente preferiría acabar con esto rápido. Es muy tarde, ¿Sabes?. deberíamos estar descanzando."

Sin desviar la mirada de sus objetivos, vocifera aquellas palabras para quién le acompañaba aquella noche caótica.

"25 cada uno, ¿Te parece?"

Dice aquello, ahora colocando su siniestra sobre el mango de su sable izquierdo, recalcando que ambas armas descanzan tranquilamente a cada lado de su cintura, siempre listas para el combate apenas sople el viento.

Me encontraria sentado en cuclillas y jugando con mi boina con mi dedo indice a lo lejos en la cima de un edificio, en mi mano izquierda tendria mi vieja zanpakutou, tomandola por la funda, seguiria observando aqel caos y lentamente me comenzaria a incorporar contemplando el caos qe habia

>>Qe escandalo hacen a estas horas, aunque un ejercito de Gilians a esta hora es raro, solo Aizen es capaz de dar una orden asi. Ademas el seretei parece qe tiene dificultades con su niño traicionero, mandar 2 capitanes es una señal clara.

Dejaria ir un leve suspiro en forma de decepcion, llevaria mi boina hasta mi pelo para asi acomodarla y no tener otra salida mas qe encargarse de aqellos Gilians, soplaria un viento frio y al mismo tiempo desapareceria usando mi shunpo e ir al campo de batalla, aunqe desafortunadamente mi boina caeria al suelo por aqel viento.


[perdon por llegar tarde]

*Dentro de la garganta que habia abierto dentro de Las Noches se encontraria con la 3 Espada a sabiendas que esta ya habia sido informada de su nueva mision. Asi solo le diria* Vienes? *Antes de ir al lado opuesto y abrir el camino al mundo humano. Notandose su figura lentamente en el cielo de aquella noche que era iluminada por algunas explosiones. Lentamente daria un par de pasos fuera de aquel portal esperando a su compañera. Cargando siempre su espada en el lado derecho de su cintura. De esta forma a traves de la tecnica Pesquisa ubicaria rapidamente la posicion de ambos capitanes observandoles calmadamente*

Algo por dentro me diria que no era mi dia, Camino tras ella, utilizo tambien La tecnica, sabiendo a uvicacion perfecta de los dos capitanes, algo por dentro de mi cuerpo de diria que algo no iria bien
Camino lenta y suavemente hacia afuera, mis pasos harian que mi Hakama se moviera de manera lenta y suave
Mis cabellos con el viento que causarian las explosiones y los Ceros moverian de manera brusca mis cabellos rubios
Mis ojos estarian cerrados este gesto demostraria que estaria algo molesta por tener que pelear el dia de hoy y mucho mas que fuera a estas horas de la madrugada
Al sentir a mi compañera, espada, Rebecca en territorio Humano me daria la confianza de ir hacia afuera, abriendo los ojos despues de un pequeño rato

Escuchando el comentario de aquel capitan notando en su tono de voz una tranquilidad unica en el, tomando ligeramente el mango de su espada con su diestra para cerrar sus ojos solo escuchando los fuertes rugidos de aquellas bestias que lanzarian ceros a destra y siniesta creando un caos debido a la gran cantidad de estos, -Si eso te complace, por mi no hay problema, como te lo dije antes solo necesito uno- Respondiendo con cierta frialdad, aquellas palabras rapidamente serian llevadas por el viento para que su capa se ondeara con fuerza debido a las grandes corrientes de aire que azotaban sobre su persona mas no afligiendose ni mutandose con ellas, solo suspirando un poco para negar con la cabeza dejando que los rayos de aquella luna iluminaran ligeramente el panorama "Creo que comienzo a arrepentirme de haber venido, puede que sea solo una perdida de tiem......"

Su mirada viraria de forma rapida al ver como un espacio entre aquel cielo comenzaba a distorsionarse, sus orbes expresarian la inmensa alegria acompañada de su gran grotesca sonrisa que abarcaria gran parte de su rostro, "Esas vestimentas blancas, Esos reiatsus....si no me equivoco, ellas son" -Espadas.....- Hablando en un tono recio y alegre, riendo un poco ignorando en su totalidad todo el entorno, solo fijando toda su atencion sobre aquellas personas recien llegadas, dando un paso debido a la emocion que recorria su ser, analizando cada uno de sus primeros movimientos por nulos que estos sean, para exclamar en un tono algo bajo pero auditible hacia el capitan que se encontraba a su lado

-Acabemos con esos Gillian que son estorbo, ahora solo quiero conservar a dos especimenes recien llegados-

"Mhm..."

Musitaba un sonido de resignacion tras detectar aquellas presencias, aunque sin mirarlas, era difícil ignorar tal tensión en el ambiente, que aún con la presencia de tantas criaturas monumentales, eran fácilmente opacadas por la de aquellas dos.

Así, pues, desaparezco haciendo uso del shunpo, recorriendo una distancia larga de tan solo un salto, lo que me permite alcanzar rápidamente al Gillian más cercano. En mi llegada, desenvaino mi sable derecho en un movimiento veloz que desarrolla un corte en diagonal, decendiendo de extremo a extremo, en lo que podría atribuírsele al pecho de la criatura hasta la cintura del mismo.

El corte es contundente, despidiendo suficiente reiatsu como para eliminar al Menos Grande con solo ese sablazo. Confiado de sus habilidades, el corte le toma alrededor de 3 segundos entre salto y desenvaine, y apenas acaba de mutilar a la criatura, hace nuevo uso del shunpo para repetir la misma táctica 4 veces más, con la misma velocidad y contundencia que el primero, pero variando en la dirección del corte con cada nuevo esbirro; El segundo siendo horizontal a la mitad del cuerpo; el tercero, vertical ascendente con el mismo rango que el anterior; el cuarto, la cabeza por el cuello; culminando como empezo, con un corte en diagonal descendente, pero iniciando del otro extremo.

Y los Gillians caen uno tras otro como piezas de domino, desplomándose en dos partes cada uno de los cinco. Cerca del último, permanece Shunsui en el techo de un edificio; amplio y relativamente vacío. Su sombrero en forma de cono se inclinaba para hacerle sombra a los ojos y su traje permanecía limpio de cualquier impureza que pudiera quedar de aquellas criaturas.

"Me estoy impacientando. Pensé que te irías para no volver. Casi estoy decepcionado."

Alza con sutileza la cabeza, y aunque el sombrero tapaba cualquier semblante de su rostro hacia donde el viraba, su mirada era claramente para aquella esbelta figura con quién se encontró breves momentos atrás.

"¿Por qué has regresado?"

Con sus labios camuflados bajo la estela de su sombrero, no se contenía una sonrisa, plácida y la vez, calmada.

*La apariencia de la joven que acompaña a Halibel permanecia igual de serena y con la vista fija en ambos capitanes. De esta lentamente empezaba a reunir una cantidad considerable de energia en su interior. Levantando lentamente la mano izquierda para señalar con el indice al capitan Mayuri antes de decir*

Tu seras mi oponente


*Con esto empezaba a descender de forma rapida quedando de pie sobre una casa de 2 pisos a unos 50 metros de aquel capitan. Manteniendo la diestra en el mango de su arma ante cualquier movimiento inesperado. Esperaba tranquilamente la reaccion de su rival mientras el caos continuaba en aquella ciudad. Preguntandose cuanta gente ya habria muerto para entonces. Le parecia ligeramente extraño no oir los gritos de panico de las personas. Aunque las explosiones fueran muy intensas el sonido que ella buscaba de todas formas deberia estar presente. Sin embargo esa no era su prioridad asi que volveria a enfocar su atencion en aquel capitan*

Algo raro sentiria mi cuerpo al sentir un reiatsu raro
El cual seria el del joven Hirako Shinji, un vizard, para mi no seria ni un aliado ni menos un enemigo simplemente mi ser lo dejaria como un objeto o un ser nulo o algo neutral
Mi pesquisa nunca habria percibido anteriormente un reiatsu similar lo cual me dejaria algo extrañada por unos segundos para despues permanecer como siempre calmada y relajada al lado de mi compañera, Rebecca
Mi estado mental al igual que mi cuerpo permanecerian neutrales al ver que los Gillians y los menos grande que vendrian conmigo anterior mente serian facilmente exterminados por los capitanes
Mi mano derecha va a mis rubios cabellos para asi acomodarlos cosa que mir ostro fuera iluminado por la tenue luz que daria solo en mi cuerpo de la luna llena que estaba en esos momentos en esa noche algo agitada para aquellos capitanes
Mi mirada se va hacia el primer capitan que habira visto antes por un reflejo humano natural al sentir su mirada ensima de mi cuerpo y al sentir su reiatsu
A lo lejos desde unos docientos metros de distancia de mi cuerpo de su cuerpo

-Haces mucho escandalo Shusui....- Diciendolo en un tono sarcastico, sintiendo la mirada de aquella joven que descenderia a una altura similar a la suya, ladeando su cabeza una y otra vez, no evitando mostrar la alegria que recorria su ser, levantando solo su diestra al empuñar su espada con su mano izquierda, negando con el dedo indice un par de veces tras cerrar sus ojos, sintiendo como aquellos gillian se acercarian a su persona

-Antes de jugar un poco contigo, debo de borrar aquellas molestias, un especimen como tu se merece un trato especial-

Acabando aquellos vocablos los cuales habria recitado en forma recia y fuerte, su figura se desvaneceria en cuestion de segundos usando esa tecnica conocida como Shunpo, rapidamente el filo de su espada seria notorio al atravesar y dividir la figura de uno de los Gillian que estaban detras de la dama, este prontamente se separaria en dos partes para despues dispersarse por completo, acto seguido lo mismo ocurriria con un par mas solo cambiando el corte haciendolo en diagonal o forma horizontal, para que asi nuevamente su fisonomia sea percibida sobre aquel edificio, suspirando un poco tras mirar el hermoso paisaje que aun brindaba la luna junto con aquellas escasas estrellas refrescandose solo un poco con una ligera corriente de aire, "Como detesto usar esto" pensando para si, volviendo a poner toda su atencion a la dama, envainando nuevamente su espada sin dejar de sonreir -En que estabamos? Oh es verdad, planeaba el como llevarte a mi laboratorio....-

"Supongo que no hay respuesta para lo obvio."

El semblante de su rostro se tornaba serio, pero el tono de su voz permanecía inmutable con aires decepción, y cómo no, todo apuntaba a que tendría que pelear más allá de lo que esperaba.

Llevando la diestra al sable izquierdo, desenvaina aquél arma de manera lenta, a medida que cierra los ojos y en su mente, traza una táctica, visualiza la ruta más corta para acabar con su trabajo y solo le toma el tiempo que le lleva a su zanpakotou para respirar el aire sucio que envuelve al pueblo.

Sucede en un instante. Al momento de tener su segunda arma libre de su protección, da un repentino salto, potente y veloz que engañaría la visión de cualquiera haciéndoles creer que se fundiría con la noche misma. El Shumpo resulta más corto que los anteriores, pero solo porque los Gillians estaban aglomerados en la cercanía. Quince en total.

En un segundo alcanza a sus primeras víctimas, dos Gillians que se encontraban de espaldas el uno del otro, cargando Ceros como si su vida dependiese de ello. Alcanza la brecha entre estas dos criaturas y al hacerlo, una hoja afilada para cada uno les corta en diagonal decendiente como si solo fuera natural que lo hicieran. Pero el no esperaría a ver el resultado, pues confiado, hace uso del shumpo para lanzarce a los Menos Grandes restantes.

Ocurre en secuencia, rápida y certera, y contundente por una sola tajada. La noche envolvía y desprotejía de su manto al capitán cada que el saltase. Alcanza al tercer Gillian y le destaja antes de desaparecer. Aparece nuevamente y esta vez serían dos en caer y antes de saltar otra vez, lanza un sable cuan si de un proyectíl se trataze hacia el sexto blanco y el sable restante hacia el séptimo, mientras él se lanzaría contra el octavo pero sin usar el shumpo. Corriendo por el aire como si fuera el mismo suelo.

Los dos sables en su vuelo forman remolinos alrededor de su hoja filosa, para al impactar contra aquellas criaturas, atravezarlas como si fueran balas de cañón. Esto ocurre cuando el capitán está a mitad de camino de su objetivo, pues tras recorrer esta distancia, aquellas armas que domaron al viento cumplen su cometido y se desvían como poseídas hacia su portador, alcanzándolo al momento en que el hombre de kimono rosado con motivos florales y sombrero alcanza a su octava víctima. El estira sus brazos a los lados y les da la bienvenida a sus armas, las cuales aún poseen aquél aire tormentoso envolviéndolas, y lanza dos cortes de forma horizontal, el izquierdo por encima del derecho, con tal precisión, que corta a la criatura en tres partes, una superior, una inferior y una en delgada en el medio.

Tras los cortes, el aire ya no cortejaba a las hojas de sus armas. Tras cortar aquello que se les interponía, liberan dos estelas de aire, una cada una y a una velocidad impresionante, desviándose la una de la otra en direcciones opuestas. No era algo visible o con color, pero la presión era suficiente para poder percibirlas. Si eso no cumplía, bastaba con ver el rastro de destrucción que dejaban, y no eran edificios lo que destruían. Con una precisión de cirujano, cada estela destaja por la mitad de sus altos cuerpos a tres Gillians, más uno cuya matanza ambos vientos compartieron, para un total de siete Gillians rebanados.

*Aquella joven de cabello azulado continuaba observando a su rival. En esta ocasion el Capitan Mayuri. Fijamente a los ojos. Antes de presionar levemente la empuñadura de su espada. Concentrando mas rapidamente la energia dentro de ella. Notandose en el ambiente como su riatsu se eleva lentamente y se hace mas pesado alrededor de ella. Ya con esto hecho y aun apuntandole con el indice de la mano izquierda empezaria este a llenarse de un brillo azulado y resplandeciente. Hasta formar una pequeña esfera de gran fulgor. Empezando a crecer esta rapidamente hasta alcanzar los 70 cm de diametro. Cegando levemente la vista de los presentes por el intenso brillo. Asi como cubriendo parcialmente la figura de su creadora con su brillor. De esta forma al tenerla lista la joven dejaria libre aquella esfera de energia hacia su rival. Apuntando hacia la zona donde este se encuentre con intenciones de impactarle y que estallare en impacto. Asi podria dañarlo severemente. Conforme avanza aquella tecnica la figura de la Espada seria cubierta a los ojos de su rival al ir ese Cero en linea recta hacia el*

Escuchando los ligeros gritos de los Gillian solo por lo escandalosos que eran, "Le dije que no hiciera tanto escandalo..." Pensando al mirar al otro capitan mientras el brillo carmesi de los cero que estaban por emerger de las bocas de algunos Gillian mas iluminaba sus rasgos faciales dandole un color rojizo a todo su rostro para virar su mirada hacia la dama observando como un brillo similar se formaba sobre su mano, manteniendo su sonrisa como la calma, dejando que el brillo llegue e ilumine sus ojos dando la impresion que disfrutaba aquel esplendor tras sonreir de una forma mas amplia, sus dedos se moverian ligeramente de forma aletatoria, sintiendo el ambiente diferente debido al incremento de reiatsu de la dama mas no inquietandole en lo absoluto, observandolo detenidamente sus ojos entre aquel brilo que iluminaba su rostro junto con una corriente de aire que agitaria las vestimentas de ambos personajes daria un paso en retroceso para que la oscuridad cubra el lugar en donde se encontraba el capitan fucionandose con la noche misma al usar esa tecnica Shunpo que es tan detestada por el pero muy util, "Como detesto usar esto" Dejando que una vez mas ese pensamiento atraviese su cabeza, para que su figura reaparesca a sus espaldas de la dama, manteniendo aun cierta distancia con ella sin emitir palabra alguna